24.12.05

Pare chofer

Para un ciego tomar la micro se hace bastante difícil, lo sabemos. Llegar a la esquina y esperar. Saber que la mente dibuja la ruta mientras camina y le hace recorrer sólo con sonidos y olores, que únicamente él percibe, los pasos hasta llegar a ese lugar: la esquina de Ossa con Orella. Mira para los lados (sin mirar) siguiendo los sonidos. Nadie a quien pedirle ayuda. Escucha las micros pasar o detenerse sin saber cual es cual. De pronto un niño, lo sabe por los pasos, o por el olor a pelo mojado después de jugar a la pelota en la plaza.
-¡Niño, niño!, ¿vendrá por ahí la veintinueve?
El chico mira y asiente. Entonces se adelanta dando un par de pasos y el bastón vuela por los aires.
Lástima, el chofer no lo vio.